10.9.11

Guerrico

Rómulo Abel Guerrico Martínez y otros / Industrial Artística Guerrico y Cía. S.R.L.
Olaya 1047-49 / Buenos Aires 
1936 - 1937
Pasta / Esmalte (brillante)
100mm

En 1936, a los 37 años de edad, Rómulo Guerrico deja su agencia receptora de avisos para la revista del Ferrocarril del Sud, ubicada en la céntrica calle Florida, para montar su fábrica de soldaditos de pasta en la calle Olaya 1047, en el barrio de Caballito. A fines de marzo de 1937, Guerrico inscribe en el Registro Público de Comercio la sociedad que conforma con diez socios minoritarios. El Boletín Oficial de la República Argentina deja establecidas las características de este emprendimiento:

(...) La sociedad se denominará "Industrial Artística Guerrico y Compañía" Sociedad de responsabilidad limitada" y tendrá por objeto principal dedicarse a la fabricación y venta por mayor y al detalle de artículos para juguetería, bazar, santería y propaganda y otros afines hechos en papel pasta o "papier maché" u otras materias utilizables para esa industria. (...) El aporte del socio Señor Rómulo A. Guerrico, lo constituye el valor asignado a su industria actual, fórmulas químicas de papel pasta, sistemas de elaboración y modelos artísticos e industriales empleados en la fabricación de esculturas, mosaicos de bajo relieve, juguetes, artículos de santería, bazar y propaganda y el activo íntegro de la fábrica que tiene instalada actualmente en la calle Olaya mil cuarenta y siete y mil cuarenta y nueve, en esta Capital, cuyo activo comprende maquinarias, implementos, moldes, modelos, existencias y demás valores incluidos en el inventario que se confecciona por separado en la fecha.

La infraestructura de su establecimiento es verdaderamente moderna y cuenta con una docena de operarios especializados para llevar adelante la empresa. En enero de 1937, poco antes del registro de la sociedad, el semanario argentino Caras y Caretas publica un artículo titulado "Juguetes argentinos para los niños argentinos", en el que puede leerse:

Buenos Aires podrá competir dentro de poco, con Núremberg, la ciudad alemana de los juguetes. Un hombre joven, dinámico y emprendedor, Rómulo Guerrico, se ha propuesto, con bien entendido patriotismo, crear la industria del juguete nacionalista. Bajo el conjuro de sus manos hábiles han ido surgiendo las pequeñas imágenes de los soldados nuestros, esos marciales muchachos que hacen vibrar de entusiasmo al pueblo que los aplaude en los desfiles del 9 de Julio. Rómulo Guerrico ha logrado ya poner en marcha el mecanismo que le ha de llevar, sin duda, al triunfo de un propósito netamente patriótico: dar juguetes argentinos a los niños argentinos.

Entre sus creaciones, se destacan el general San Martín y sus Granaderos a Caballo, los cadetes del Colegio Militar de la Nación y unos "mosaicos criollos" con motivos gauchescos en alto relieve, con versos del Martín Fierro.
A pesar de la sofisticación y calidad de sus productos, el emprendimiento cesa en 1937. Poco después, con materiales similares, Moisés Belous inicia la manufactura de figuras idénticas a las realizadas por Guerrico.
A comienzos de la década de 1950, el establecimiento de Olaya 1047 pasa a manos de Nelson Elías Mayorano, que retoma la producción de Guerrico con las mismas maquinarias y matrices, manteniendo la calidad original.

Resolución del Registro Nacional de Propiedad Intelectual
publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina

 
Rómulo Guerrico modelando una estatuilla

 
Operarios trabajando en la prensa hidráulica
y en la mesa de moldeo

Almacenado de los soldaditos recién producidos
en la cámara de secado

Ultima fase de la producción en las hábiles
y delicadas manos de las pintoras

El general San Martín y sus Granaderos a Caballo

 Granaderos a Caballo y cadetes del Colegio Militar de la Nación

7 comentarios:

Jaime Pla Soler dijo...

Ante todo felicitarte por el blog, que es sensacional y ha hecho que me haya quedado prendado de los soldados realizados en América del Sur.
Quisiera conocer el proceso de fabricación de los soldados de pasta ( tipo Lineol, Elastolin...) ¿Como inyectan el material en el molde? ¿ Que papel tiene la prensa hidráulica? ¿ Cuando colocaban los alambres internos ?
Cordiales saludos desde España

Diego M. Lascano dijo...

Gracias Jaime!!! Tengo la misma opinión sobre el exhaustivo trabajo de investigación volcado en tu blog "Dir y Dor", que también sigo y que me ha contagiado la fascinación por los soldaditos fabricados en España (tengo muy pocos ejemplares en mi colección, lamentablemente). Se ve que la sangre de mis lejanos antepasados que vinieron a América en épocas coloniales aún sigue tirando!!!
Trataré de compilar algunas notas que tengo sobre la fabricación de soldados de pasta en Argentina y te pasaré un resumen del proceso. Te parece? Un gran abrazo desde el Río de la Plata!!!

El Juguetionista dijo...

Que buena nota, y que buenas fotos!!!!

Alberto Zimmermann Guerrico dijo...

Felicitaciones y muchas gracias por la buena página. Aunque tuve la suerte que, siendo chico, mi tío abuelo me regalara algunos granaderos nunca conocí la fábrica.
Es un muy grato recuerdo.

Diego M. Lascano dijo...

Gracias por sus comentarios Alberto!!!
Este trabajo de investigación también trata de rescatar los recuerdos y las vivencias personales, vinculados al juego con los ejércitos en miniatura que, pobres o ricos en pertrechos, nos sirvieron para conquistar el universo de nuestra imaginación.
Sería un gran aporte para este emprendimiento que pudiera brindarme más datos o alguna anécdota de su tío abuelo y su fábrica. Le paso la dirección de correo para que pueda comunicarse: southamerican.toy.soldiers@gmail.com
Agradecido por adelantado!!!

Unknown dijo...

Mi abuelo romulo lo conosi pero se murio muy joven yo tenia 4 anos pero tengo muy lindos recurdos mi madre tiene en su casa el original del cadete y mis tio uno tiene a San Martin y mi tia el granadero los dos murieron pero aguno de mis primos los tienen

Diego M. Lascano dijo...

Muchísimas gracias por su comentario.
Quisiera comunicarme con Ud. para ver la posibilidad de fotografiar los originales que menciona y, además, consultarle sobre la existencia de fotografías de su abuelo y de la fábrica.
Le paso mi correo electrónico: southamerican.toy.soldiers@gmail.com.
Quedo a la espera de su respuesta.
Reciba nuevamente mi agradecimiento.